La limpieza del instrumental médico es mucho más compleja de lo que parece.
Esto se debe a la necesidad de limpiar a fondo y esterilizar adecuadamente todo para evitar la propagación de infecciones.
Las bacterias, los virus y otros materiales orgánicos pueden propagarse por la superficie y los recovecos de los dispositivos.
Nunca ha sido tan importante proteger a los pacientes y al personal sanitario de los agentes patógenos.
Además, “limpio” no siempre es algo que pueda verse a simple vista.
Es más, mantener los instrumentos limpios y correctamente ensamblados después de la esterilización ayudará a que duren más tiempo.
A continuación, revisemos una guía paso a paso para desarmar herramientas para su limpieza y esterilización en 9 pasos.
1. Lee las instrucciones
Comienza siempre por leer las instrucciones específicas del dispositivo para evitar dañar el equipo, omitir piezas cruciales o no limpiarlo correctamente.
Estas guías también incluirán información sobre cómo desmontar y volver a montar correctamente.
Mantén las instrucciones en un lugar visible donde puedas leerlas sin necesidad de tocarlas o moverlas.
2. Prepara tu Espacio de Limpieza
El primer paso para preparar un espacio de limpieza es disponer del equipo de protección personal (EPP) adecuado, como guantes, gorro y bata esterilizada.
Disponer de un espacio de trabajo limpio, esterilizado y organizado ayuda a mantener todo en orden y reduce el riesgo de contaminación.
Debes evitar el desorden para no perder piezas pequeñas ni dañar nada.
Tener cerca las herramientas y soluciones de limpieza facilita el proceso sin interrupciones innecesarias.
Además, trabajar en una zona estéril garantiza que no se cuelen partículas externas que entorpezcan la limpieza.
3. Desmonta Cuidadosamente el Equipo
Desarma las herramientas lo antes posible después de un procedimiento, siempre que sea seguro hacerlo, pero sin apresurarte.
Sigue las instrucciones del fabricante paso a paso, prestando atención a cómo se desmonta cada pieza.
Si una herramienta es particularmente compleja, puedes tomar fotos (si está permitido) para recordar cómo estaban organizadas o desmontadas las partes.
Evita forzar una herramienta que parezca atascada o difícil de mover.
Esto ayuda a prevenir daños en componentes delicados y asegura que no pases por alto partes ocultas que puedan retener contaminantes.
Mantén las piezas organizadas mientras las desarmas para evitar confusiones al ensamblarlas nuevamente más tarde.
4. Inspecciona el Dispositivo o la Herramienta
Dado que parte del trabajo de desmontar equipos médicos para su limpieza consiste también en prolongar la vida útil de las herramientas, debes revisar cada elemento en busca de desgaste o daños.
Busca grietas, corrosión, residuos o cualquier irregularidad que pueda afectar al funcionamiento del instrumento.
Las piezas dañadas deben marcarse para su reparación o sustitución antes de volver a utilizar el instrumento después de limpiarlo y esterilizarlo.
5. Limpia y Esteriliza la Herramienta
Siguiendo las instrucciones del fabricante, los requisitos del lugar de trabajo y el cumplimiento de los códigos de los CDC u otras entidades sanitarias, limpia y esteriliza cada pieza del equipo.
Pon especial atención en evitar la contaminación cruzada entre instrumentos o herramientas.
Haz un esfuerzo adicional en aquellas grietas y partes móviles en las que la limpieza pueda requerir más detalle.
Utiliza agua estéril o soluciones de limpieza aprobadas para enjuagar a fondo cada componente.
Asegúrate de que todos los productos de limpieza sean completamente eliminados.
6. Seca las Herramientas
Una vez que se hayan eliminado todos los productos de limpieza y se haya utilizado agua estéril para el aclarado, deberás seguir las directrices para secar las herramientas antes de volver a montar las piezas.
Para secar cada componente puede utilizar paños limpios y sin pelusa o métodos de secado al aire.
Dejar que la herramienta se seque evitará la corrosión o la propagación de bacterias o moho.
7. Vuelve a Ensamblar las Piezas
Una vez que todas las piezas estén limpias, inspeccionadas y secas, vuelve a armar el instrumento con cuidado.
Utiliza las fotos, las notas o las instrucciones del fabricante como guía para asegurarte de que cada componente se vuelve a colocar en el orden correcto.
Vuelve a comprobar que todos los tornillos, clips u otros elementos de fijación estén bien colocados y que no falte ninguna pieza ni haya ninguna suelta.
Incluso si una herramienta se limpia correctamente, la desalineación o las piezas mal montadas podrían afectar al rendimiento del instrumento durante futuros procedimientos médicos.
8. Prueba el Equipo
Después de ensamblar, realiza una prueba básica de funcionamiento sin exponer el equipo a bacterias o virus potenciales.
Dependiendo del dispositivo, esto puede implicar verificar su movimiento, bisagras o conexiones eléctricas.
Una prueba exhaustiva ayuda a confirmar que el instrumento está listo para volver a utilizarse y que no se ha cometido ningún error durante su desmontaje o montaje.
Para dispositivos médicos complejos, las pruebas funcionales pueden requerir equipos especializados adicionales o una inspección profesional.
Nuevamente, todos los pasos deben realizarse en cumplimiento con las instrucciones del fabricante y las políticas del centro de salud.
9. Almacena el Equipo Correctamente
Una vez que el equipo esté limpio y esterilizado, es crucial seguir los pasos adecuados para almacenarlo hasta su próximo uso.
Las herramientas suelen sellarse en empaques estériles, como bolsas o envolturas, que se abren justo antes de utilizarlas.
Los instrumentos deben permanecer en gabinetes o áreas de almacenamiento estéril designadas, controladas en temperatura y libres de humedad para evitar daños o el crecimiento bacteriano.
Algunos centros utilizan bandejas o casetes de esterilización especiales para organizar y proteger el instrumental.
Lista Rápida Paso a Paso
- Lee las instrucciones
- Prepara el espacio de limpieza
- Desmonta cuidadosamente el equipo
- Inspecciona el dispositivo o la herramienta
- Limpia y esteriliza la herramienta
- Seca las herramientas
- Vuelve a montar las piezas
- Prueba el equipo
- Almacenr correctamente el equipo
Frequently Asked Questions
¿Cuál es la forma más habitual de limpiar el instrumental médico?
La forma más habitual de limpiar el instrumental médico es mediante un proceso denominado esterilización, que suele consistir en una combinación de limpieza manual, desinfección y esterilización en autoclave.
En primer lugar, los instrumentos se lavan manualmente o se sumergen en una solución enzimática para eliminar restos como sangre y tejidos.
Después se enjuagan y se introducen en un autoclave, que utiliza vapor a alta presión y altas temperaturas para matar bacterias, virus y otros microorganismos.
La esterilización en autoclave es la regla de oro porque esteriliza eficazmente una amplia variedad de instrumentos y se utiliza en hospitales, clínicas y laboratorios de todo el mundo para garantizar que los equipos sean seguros para su reutilización.
¿Cuál es el instrumento médico más utilizado?
El instrumento médico más utilizado es el estetoscopio.
Es una herramienta fundamental para médicos, enfermeras y otros profesionales sanitarios, ya que les permite escuchar los sonidos internos del cuerpo, sobre todo del corazón y los pulmones.
Los estetoscopios se utilizan desde hace más de dos siglos como herramienta versátil y eficaz en los reconocimientos médicos.
A pesar de los avances de la tecnología médica, el estetoscopio sigue siendo una herramienta de diagnóstico clave en la práctica diaria.
Estos populares instrumentos se limpian con alcohol isopropílico entre paciente y paciente, y luego se limpian a fondo al final de la jornada.
¿Cuáles serían las repercusiones si los instrumentos se utilizaran antes de ser esterilizados?
Usar instrumentos médicos sin esterilización puede ocasionar graves riesgos para la salud, incluida la transmisión de bacterias, virus u hongos.
Los pacientes corren el riesgo de desarrollar infecciones asociadas a la atención médica (IAM), lo que puede causar complicaciones, tiempos de recuperación prolongados o incluso la muerte.
Los instrumentos contaminados pueden propagar enfermedades como el MRSA o la hepatitis.
Los prestadores de atención médica podrían enfrentar consecuencias legales, pérdida de confianza y daño a su reputación debido a mala praxis.
A largo plazo, esto también podría contribuir al aumento de la resistencia a los antibióticos, lo que daría lugar a infecciones más difíciles de tratar y podría sobrecargar los sistemas de salud.
Esta página también está disponible en inglés.